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Depresión Doble

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición (DSM-5) no reconoce el término «depresión doble», sin embargo sí reconoce los dos diagnósticos que conforman la depresión doble: el trastorno depresivo persistente (PDD) y el trastorno depresivo mayor (MDD).

Trastorno Depresivo Persistente (TDP)

El TDP solía llamarse distimia o trastorno distímico. Algunas personas también lo conocen como depresión de alto funcionamiento.

Lo que diferencia al TDP de otros tipos de depresión es su duración: el TDP es una forma de depresión crónica o de larga duración. Las personas que cumplen los criterios para el diagnóstico habrán experimentado los síntomas de forma constante durante al menos dos años.

Además de un estado de ánimo deprimido, los síntomas de la TDP incluyen:

  • Comer más o menos de lo habitual
  • Fatiga y problemas de sueño
  • Sentimientos de desesperanza
  • Dificultad para concentrarse
  • Baja autoestima

Trastorno Depresivo Mayor (TDM)

El trastorno depresivo mayor comparte muchos síntomas con el trastorno depresivo persistente, como tener un estado de ánimo deprimido y experimentar una pérdida de placer en las actividades que solía disfrutar. Pero para que se aplique el diagnóstico de TDM, los síntomas deben estar presentes durante al menos dos semanas y suelen ser más graves que los del TDP.

Otros síntomas del TDM son:

  • Pérdida o aumento de peso
  • Pérdida de energía
  • Fuertes sentimientos de culpa o inutilidad
  • Moverse con más inquietud o lentitud de lo habitual
  • Problemas para pensar o tomar decisiones
  • Pensamientos de muerte o suicidio

¿En qué se diferencia la depresión doble de otras formas de depresión?

La depresión doble tiende a ser más grave que otras formas de depresión porque se experimentan síntomas de dos condiciones diferentes y superpuestas.

Una investigación de 2015 por Trusted Source descubrió que las personas con depresión doble tenían los síntomas más graves de cualquier grupo con un trastorno depresivo.

La misma investigación también encontró tasas más altas de pensamientos suicidas en personas con doble depresión: un poco más de 1 de cada 2 personas con doble depresión reportaron ideas suicida, y el estudio consideró que las personas con doble depresión también tienen un mayor riesgo de intentos de suicidio.

La investigación de 2018 también de Trusted Source sugiere que las personas con doble depresión tienen una mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad cardíaca que aquellas con otros diagnósticos de depresión. Los expertos creen que esto se debe a que los síntomas más duraderos de la TDP mezclados con la gravedad de la TDM pueden aumentar la exposición a más impactos en la salud de la depresión que cualquiera de los dos diagnósticos por separado.

Los investigadores también descubrieron que las personas con depresión doble experimentaban más desesperanza que las que tenían otros tipos de depresión, lo que podría afectar a la salud a largo plazo.

¿Qué causa la doble depresión?

Los mismos factores que causan el TDP y el TDM están en la raíz de lo que causa la depresión doble, pero los expertos aún no han identificado una causa clara.

Según el DSM-5, los factores que pueden aumentar la probabilidad de sufrir una depresión doble son los siguientes:

  • El temperamento. Las personas con mayor neuroticismo (tendencia a los estados de ánimo bajos) son más propensas a experimentar TDP.
  • Los primeros años de vida. Los traumas infantiles o la pérdida de los padres en los primeros años de vida podrían aumentar las probabilidades de sufrir depresión.
  • Diferencias cerebrales. El córtex prefrontal, la amígdala, el hipocampo y otras áreas del cerebro pueden influir en el desarrollo del TDP.
  • Los antecedentes familiares. Tener un pariente de primer grado, como un padre biológico, con depresión puede aumentar su probabilidad de tenerla también.
  • Otras enfermedades mentales. Vivir con otra condición de salud mental, como un trastorno de ansiedad, puede aumentar su probabilidad de desarrollar depresión.

Síntomas de la Depresión Doble

El DSM-5 no enumera ningún síntoma específico para la depresión doble, pero algunos signos de que podría estar experimentándola incluyen:

  • Pérdida repentina de placer o interés en sus actividades
  • Cambios en el apetito que provocan pérdida o aumento de peso
  • Fuertes sentimientos de desesperanza, tristeza o vacío
  • Más fatiga o menos energía de lo habitual
  • Dormir mucho más o menos de lo habitual
  • Nuevos pensamientos de muerte o suicidio
    Si vive con un diagnóstico de TDP, experimentar repentinamente síntomas depresivos más graves podría ser un signo de depresión doble. Pero si nunca ha recibido un diagnóstico de depresión, podría ser más difícil saber si lo que está experimentando es una depresión doble.

¿Cómo se trata?

Las investigaciones realizadas en 2020 sugieren que la depresión doble puede ser más difícil de tratar que otras formas de depresión. Aún así, la investigación sobre el tratamiento de la depresión doble está en curso, y las recomendaciones de tratamiento probablemente mejorarán a medida que los investigadores aprendan más sobre la condición.

Medicación
A menudo se utilizan medicamentos como los antidepresivos para ayudar a controlar los síntomas de la depresión doble.

Se puede prescribir un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) o un inhibidor de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN). Algunos de los ISRS e IRSN más utilizados son:

  • sertralina (Zoloft)
  • fluoxetina (Prozac)
  • duloxetina (Cymbalta)
  • venlafaxina (Effexor XR)

Terapia
La psicoterapia, o terapia de conversación, puede utilizarse junto con la medicación u otros enfoques de tratamiento para ayudarle a controlar la depresión doble.

La terapia cognitivo-conductual es una terapia común y eficaz para muchos tipos de depresión, pero también tienes otras opciones terapéuticas.

Estimulación cerebral
Cuando la depresión no responde a otras formas de tratamiento, se ha demostrado que ciertos tipos de estimulación cerebral ayudan, incluyendo la estimulación magnética transcraneal (TMS) y la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr).